Los pactos que se hacen y se deshacen en el Sant Esteve Sesrovires

Imagen del pleno de gobierno del 1 de marzo de Sant Esteve Sesrovires. / FOTO: Ajuntament

No está siendo una legislatura fácil en el ayuntamiento de Sant Esteve Sesrovires. Primero en 2015 hubo un pacto frustrado entre ERC, PDeCAT y Locos por Sanes, posteriormente los republicanos firmaron un acuerdo de gobierno con el PSC y Entesa (partido conformado por miembros de Iniciativa) por el que se intercambiarían la alcaldía cada dos años, pero sorprendentemente hace apenas un mes, los socialistas rompieron su relación con los de Esquerra. Esta lucha de siglas ha acabado con un nuevo pacto entre PSC y Entesa con el PDeCAT y Locos. 

Todos estos cambios de pareja más propios de una serie de televisión sobre relaciones adolescentes se ha producido casualmente tras las elecciones catalanas del 21 de diciembre. Los resultados variarion mucho y los partidos parecen que han entrado en conflictos internos y las tácticas políticas han empezado a aflorar. De hecho, la regidora de ERC Carme Rallo atribuye a los "tacticismos" pre-electorales, las actitudes cambiantes del PSC, ya que ellos ganaron en el municipio.

Nueva en el mundo de la política, Rallo asegura que consciente de no tomar medidas muy populistas desde que entró al ayuntamiento ha querido recortar la deuda municipal que hace dos años era de 32 millones "y ahora debe estar alrededor de los 20 y algo", así como gestionar correctamente el dinero público.

Esto generó rivalidades con sus compañeros socialistas cuando querían usar el dinero de la venta de Can Margarit en mejoras urbanísticas de la ciudad, cuando se acordó que serviria para patrimonio. Unas rivalidades normales en la gestión de gobierno pero que para el PSC, tras el 21-D se convirtieron en algo más.

Desde entonces, el alcalde de Sant Esteve, Enric Carbonell, "cancelaba reuniones de trabajo sin motivos con ERC; retrasaba la presentación de informes y estudios de la Diputación, como el Plan de Viabilidad del Complejo deportivo; desconvocaba reuniones de coordinación entre trabajadores y representantes políticos; daba órdenes de esconder información"e incluso retiraba responsabilidades a los miembros de Esquerra, asegura Rallo.

Tan es así, quel pasado 19 de febrero, los socialistas decidieron romper el pacto de gobierno al cabo de dos años alegando "la actitud de bloqueo a importantes acuerdos que comprometen la mejora de servicios y equipamientos y la respuesta a las necesidades de los nuestros vecinos, ha provocado una total pérdida de confianza" por parte de los republicanos.

Acusaciones cruzadas entre ambos partidos, que se saldaron con un nuevo pacto al cabo de dos días del PSC, Entesa y PDeCAT, al que a el 27 de febrero se sumó Locos por Sane nombrando a Jaume Ripollés cuarto teniente de alcalde.

Valorar si es táctica electoral tras ver los resultados del 21-D es cuestión de los ciudadanos de Sant Esteve y los lectores, pero lo que es un hecho es que en apenas dos años y medio no se han parado de producir cambios en el equipo de gobierno y conflictos entre representantes municipales, incluido entre el propio alcalde y Locos por Sanes, con quien ahora pacta.