Vilapress entrevista a José Zaragoza, número 4 del PSC por Barcelona, que reclama a la ciudadanía dar solución al bloqueo. El socialista apuesta por el diálogo siempre dentro de la Ley reivindica la capacidad de los socialistas para llegar a acuerdos.
El presidente del Gobierno en funciones ha reprochado al presidente de la Generalitat, Quim Torra, no reconocer "a la otra parte de Catalunya" acompañado del líder del PSC, Miquel Iceta, y el alcalde de la localidad, Carles Ruiz.
Esa será la gran novedad de los posibles resultados, según las encuestas, que marcará la vida parlamentaria en la próxima legislatura. Queda claro que las sesiones en el Congreso de los Diputados van a ser todo menos tranquilas.
Pedro Sánchez ha acudido a la tradicional fiesta del partido socialista en la localidad catalana celebrada este domingo.
Es el triunfo de la incapacidad de los nuevos políticos para tragarse su orgullo de gallitos e intereses partidistas.
Hay que suponer que la Señora Calvo, esta vez, no va a tomarnos el pelo en nombre de los socialistas de Ferraz y que la sopa de siglas que configura Podemos dejará de hacer comedia.
La escenificación mediática de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, con intermediarios de por medio sigue poniendo de manifiesto sus desencuentros.
A primera vista, parece que Pedro Sánchez se ha tomado en serio lo de pactar una nueva política con Pablo Iglesias sin renunciar a su línea roja llamada Gobierno de coalición. Veremos en qué acaba el órdago.
Ha sido una jornada parlamentaria intensa, incluso apasionante, como no la habíamos visto y escuchado hace varias legislaturas.
Pablo Iglesias dará un paso al lado, pero medido, ya que el protagonismo lo llevaría Montero. Todo queda, en casa como dirían muchos. Las familias en Podemos son muy importantes, sobre todo la de Pablo Iglesias.
Los bloqueos institucionales deberían estar regulados por ley, a acatar por todos aquellos que quieran ocupar un Gobierno, sea este municipal, autonómico o central.
Pónganse de acuerdo, cambien las leyes, nada de bloqueos de investidura y plantéense, ya de una vez, la posibilidad de una segunda vuelta en los comicios para librar a la ciudadanía de historias poco gratificantes como las que se están viviendo estos días.
Tras el anuncio por parte de la Presidenta Batet empieza la especulación del porqué sanchista de la elección precisamente en esta fecha; y la conclusión ha sido prácticamente unánime en ese Madrid del que le escribíamos ayer, escenario culpable de tanta gresca.
Madrid, capital del reino de España, siempre ha sido terreno abonado a los rumores más peregrinos o a los acaloramientos mediáticos más furibundos, que luego explosionan como las gaseosas y desaparecen con la misma celeridad con la que se iniciaron.
Los más prudentes aconsejan que la toma de posesión de Pedro Sanchez se celebre en Septiembre, que es un mes idóneo para afrontar la nueva legislatura.
Barcelona y Madrid han sido, esta vez, las estrellas de la pelea estelar entre un socialismo muy táctico y sus dos bestias negras: la derecha popular con sus dos apéndices y, por supuesto, el independentismo.
Lo razonable es que aquí y ahora se formara un Gobierno a la alemana con socialdemócratas y derecha civilizada, un gabinete con fortaleza parlamentaria suficiente para los cuatro próximos años que enderezara la inestabilidad política.
Con estos resultados, el PSOE puede elegir socio de gobierno: o lo hace con Podemos, con el apoyo del PNV o la otra acción se llama Ciudadanos.
Gran resultado de los socialistas en las elecciones del 28-A: mientras los tres partidos de la derecha no suman una mayoría de gobierno, el PSOE bate todas las proyecciones. En el bloque de la derecha, el PP se derrumba y Vox y Ciutadans quedan muy lejos de sus aspiraciones.
El 28-A, olvídense de los ídolos y vuelvan a meter la papeleta en la urna, si les parece, con una sonrisa en los labios, como si estuviéramos en los primeros tiempos de la Transición.