La Abadía de Montserrat tendrá un nuevo monje de Sant Esteve Sesrovires

La Abadía de Montserrat tendrá un nuevo monje a partir de este viernes 8 de septiembre. El sesrovirense Frederic Fosalba, de 51 años se incorporará a la Abadía. En 2017, Fosalba llegó a Montserrat. Un año después, ingresó en el noviciado y completó sus estudios de filosofía y teología.

Según han explicado desde la abadía, el nuevo monje seguirá el período de formación filosófica y teológica, y además trabajará en diferentes secciones del monasterio, especialmente, en el taller de encuadernación.

“La continuidad en este camino monástico que inicié hace unos años lleva a momentos concretos en los que vives con mayor intensidad el sentido más esencial de ser monje”, afirma G. Frederic. “La profesión solemne me vuelve a recordar, ya como decisión definitiva, el compromiso y la responsabilidad adquiridos en el seguimiento y el conocimiento de Jesús –asegura-; una llamada consagrada a Dios, que se manifiesta en la cotidianidad del servicio, en y en la comunidad de Montserrat, y en cada una de las personas que se acercan”. 

"Estoy gozoso de ver que cada día se avanza y que este sentido llena todo mi deseo", ha manifestado el nuevo profeso solemne de la comunidad benedictina de Montserrat.

En la actualidad, desempeña el cargo de subprefecto de la escolanía y es responsable del taller de encuadernación y de la estación meteorológica. Este viernes, el padre Abat Manel Gasch presidirá la ceremonia que marcará su consagración como monje, después de haber renunciado a todas sus posesiones y haber jurado obediencia de acuerdo con la regla de San Benito.

Montserrat es uno de los monasterios más solicitados en el país debido a su profundo simbolismo y actividad. Sin embargo, la comunidad advierte que, precisamente debido al alto número de visitantes y peregrinos que recibe, el ritmo de trabajo es mucho más intenso en comparación con otros monasterios destacados, como el de Poblet o el de Silos, en La Rioja.

Convertirse en monje de Montserrat no es tarea sencilla ya que requieren entre seis y siete años de preparación, así como la aprobación de al menos dos tercios de los miembros de la comunidad. Esta votación se lleva a cabo en secreto y el candidato nunca conocerá el resultado.