Persecución policial a 200 por hora desde Sant Feliu hasta Tarragona
Los Mossos detuvieron este domingo a dos jóvenes por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, que además se dieron a la fuga con conducción temeraria.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado domingo a dos hombres de nacionalidad marroquí y paraguaya, de 18 y 21 años y vecinos de Barcelona, como presuntos autores de delitos contra la seguridad del tráfico por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas.
Además, han sido acusados de conducción temeraria, de daños y de desobediencia y resistencia a los agentes de la autoridad.
Los hechos tuvieron lugar el mismo día, sobre las 07.00 h, cuando agentes de tráfico detectaron en la autovía B-23, en término municipal de Sant Feliu de Llobregat, un vehículo que circulaba a 133 kilómetros por hora en un tramo limitado a 80.
Los Mossos intentaron detener el vehículo pero, según cuentan, el conductor no hizo caso de los avisos y comenzó a adelantar "temerariamente y a gran velocidad" a los vehículos que circulaban tanto por la derecha como por la izquierda.
La persecución llegó hasta la Ampolla (Tarragona), donde finalmente se les pudo interceptar.
Según el relato policial, durante la persecución el conductor fugitivo circuló a velocidades entre los 190 y los 210 kilómetros por hora y, a ratos, con las luces apagadas, lo que puso en peligro la vida de los demás usuarios de la vía.
Cuando llegó al peaje de la AP-7 en dirección Tarragona, el coche no se detuvo y se llevó la barrera por delante. A parte, el turismo provocó daños en otros vehículos durante la huida.
Finalmente, los agentes lograron detener el vehículo en L'Ampolla, a 160 kilómetros del punto inicial de la infracción. Los agentes detuvieron al conductor, que según la policía se resistió y propinó patadas y puñetazos.
Dentro del coche iban tres personas, una de las cuales, un joven de 21 años, también agredió a los agentes, según la policía, por lo que quedó también detenido.
El conductor dio positivo en las pruebas de alcoholemia y de consumo de drogas, con una tasa de 0,34 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado (la tasa máxima permitida es 0,25) y positivo en cannabis.
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