Reclaman un estudio sobre el impacto ambiental de la ampliación del aeropuerto de Barcelona
La organización por la defensa del patrimonio natural Depana denuncia la afectación a la flora y fauna que viven en los parajes naturales del Delta del Llobregat.
La organización por la defensa del patrimonio natural Depana ha reclamado este martes hacer una nueva Evaluación del Impacto Ambiental (EIA) para futuros proyectos en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, en que se priorice la protección de los espacios naturales y las especies protegidas de la zona, según un comunicado de la entidad.
Depana asegura que el impacto de las nuevas propuestas para el aeropuerto suponen un aumento de daños ya producidos en el Delta del Llobregat desde que se iniciaron las obras de ampliación de la instalación.
La organización recuerda que en 2012 ya interpuso una queja ante la Comisión Europea para manifestar que la ampliación del Aeropuerto de Barcelona no se realizó correctamente y tampoco se cumplieron las directivas de Aves y Hábitats en los espacios naturales del Delta del Llobregat.
La organización lamenta que la Evaluación del Impacto Ambiental de la ampliación del Aeropuerto "no se realizó correctamente, ni se establecieron las medidas necesarias para garantizar la protección de los espacios naturales, ni de las especies de aves del delta de Llobregat", como bien Depana expuso en la Queja presentada el año 2012. Como consecuencia, lamentan "se ha producido un detrimento de sus hábitats, así como una notable disminución de las especies".
EDIFICIO SATÉLITE Y CUARTA PISTA
Depana también ha querido poner el acento en puntos concretos de la ampliación del aeropuerto de El Prat. Uno de ellos, es la terminal satélite de la T1 que debe estar lista entre 2021 y 2020. Para los ecologistas, esta nueva terminal y su ampliación complementaria afectarían directamente a la zona protegida continúa del delta del Llobregat (La Ricarda-Cal Tet). Por eso, requieren elaborar una nueva evaluación de impacto ambiental que se adecuara a las necesidades del lugar catalogado como reserva natural (RN2000).
La ciudad aeroportuaria también es un proyecto que ya se contemplaba en el Plan Director del Aeropuerto de Barcelona del año 1999 y en la plan de ampliación del aeropuerto de 2002.
El incremento de pasajeros y de mercancías transportadas, además de la construcción del nuevo edificio satélite, justificaría por AENA y las autoridades públicas aprovechar el entorno inmediato del aeropuerto y construir varios hoteles, oficinas y otros centros de actividad que, actualmente, aún no se han construido.
El problema, insiten desde Depana es que esta nueva ocupación incrementa los impactos negativos sobre las aguas superficiales y freáticas que alimentan las zonas húmedas de La Ricarda y El Remolar que ya se encuentran muy eutrofizadas.
Por último la organización ecologista se ha referido al informe de la Cambra de Comerç de Barcelona que contempla alargar la tercera pista, algo que, admiten, podría reducir el impacto acústico en algunas zonas, pero que implicaría ocupar parte de los espacios naturales protegidos de El Remolar y La Ricarda, zonas de especial protección para las aves.
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