Calvet culpa al sector privado del retraso de la T-Mobilitat

La famosa T-Mobilitat parece no llegar nunca y se ha convertido en uno de los títulos de transporte más odiados por los usuarios que ya incluso parecen haber olvidado de que ya tendría que estar en vigor. Y es que la Administración no deja de dar largas y posponer su lanzamiento.

Ahora, el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, ha ido un paso más allá, se ha lavado las manos y ha echado la culpa a terceros. El conseller sí ha reconocido este 30 de enero que han pecado de anuncios optimistas para la llegada de la T-Mobilitat, aunque a la hora de buscar responsabilidades a culpado a SocMobilitat del incumplimiento de los plazos: "Atribuimos los retrasos a las dificultades de la empresa".

"El proyecto no lo realiza la propia ATM, lo hacen empresas privadas contratadas por la ATM". Así ha tratado de exculparse Calvet en comisión parlamentaria sobre la T-Mobilitat, y ha detallado que la mayoría de los subproyectos necesitan el cambio tecnológico del billetaje, lo que comporta un retraso en todo el proyecto.

Calvet no ha dudado en insistir y recordar en que la T-Mobilitat es un salto hacia adelante en la mejora del transporte público "que no se puede reducir al cambio tecnológico del billetaje", y ha añadido que no van a escatimar en calidad para avanzar plazos.

No contento con dar la culpa a otros por la mala gestión de este título de transporte, el conseller ha explicado que han iniciado los trámites para que la concesionaria SocMobilitat, encargada de implementar y gestionar la T-Mobilitat, compense a la ATM por los retrasos: "La ATM envió a SocMobilitat 36 avisos de retraso y se abrieron siete expedientes de sanción, dos de ellos firmes".

Calvet afirmó en octubre que la T-Mobilitat no entraría en funcionamiento hasta 2021 para evitar poner en riesgo la calidad de la misma y que su prueba piloto se hará en ese mismo año.

La T-Mobilitat es un nuevo sistema de transporte que deberá calcular el precio del transporte público de manera personalizada. Es decir, cada usuario pagará en función de sus rutinas de transporte, los kilómetros recorridos y de la frecuencia con que utilice el transporte público.

Tal y como aún se indica en la web de la Generalitat este título de transporte debería haber iniciado su andadura "en otoño de 2017" y "un año después comenzará la implantación en el conjunto de la ATM de Barcelona y, en otoño de 2019, se iniciará el despliegue en todo el país". Nada de esto ha pasado y ahora el retraso puede superar los cuatro años.

"CONFUSIÓN ESENCIAL"

Respondiendo a las intervenciones de los grupos parlamentarios, Calvet ha insistido en que la gestión de la T-Mobilitat no ha sido un desastre, y ha recordado que tienen el compromiso de cumplir con los plazos: "Las fechas que hemos ido poniendo a lo largo de esta legislatura entendemos que se podrán cumplir".

Calvet ha afirmado que "hay una confusión esencial respecto a lo que ha sido el desarrollo del proyecto y a los eventuales retrasos" porque, ha defendido, quien no ha podido alcanzar los objetivos en el tiempo previsto han sido las empresas.

"La administración impulsa pero la administración adjudica", ha precisado el conseller, que no ha considerado necesario hacer otra licitación porque el trabajo se ha realizado en base al contrato y a la legalidad, en sus palabras.

PUPITRES 

Sobre el cambio tecnológico del billetaje, Calvet ha explicado que durante "un periodo extenso" la validación sin contacto convivirá con la magnética, algo que implicará la sustitución de equipos para tener la doble funcionalidad.

Este año empezará la sustitución por los equipos nuevos en los buses, según Calvet, que ha explicado que por ahora se cuenta con 740 pupitres fabricados de los 3.400 necesarios, y que se están fabricando a un ritmo de 50 por semana.

Preguntado por autocrítica, Calvet ha asegurado que la han hecho tanto desde la Conselleria como desde la ATM: "Hemos asumido que éste es un proyecto que ha sufrido unos retrasos y no queremos que los vuelva a sufrir".