Las casualidades de los poderes

La primera semana de julio ha empezado entretenida, con prisas, sospechas e intrigas. Este lunes, el huido Puigdemont reclamaba sus “derechos” como expresidente: coche oficial, oficina en Bruselas, personal, gastos de representación,... sueldo no porque cobra como diputado. 

En el Congreso de los Diputados, presentación de candidaturas para presidir la RTVE, sin acuerdo entre los partidos. Cada uno quiere colocar a los suyos para controlar los medios públicos. El PP presenta al incombustible y acomodaticio,  Eladio Jareño, conocido como el “Lunni”. Mientras que el PSOE hacía lo propio con Tomás Fernando Flores periodista de RNE. En la primera vuelta, no ha salido ninguno. En la segunda, con toda probabilidad, esta misma semana, con mayoría simple, el partido en el gobierno y sus apéndices sacarán adelante el tema.

Ernest Maragall, el conseller de “exteriores” de la Generalitat dice que espera que la nueva Delegada de la Generalitat en Bruselas no tenga problemas con las instituciones europeas. La “embajadora”, no es otra que la exconsellera huida, Meritxell Serret. Es del genero tonto que piense así el tete Maragall a su edad, la provocación es un signo.

También la tarde del lunes aportó dos noticias que por esperadas no han sorprendido a casi nadie: la sentencia del Caso Pretoria, donde socialista y convergentes salen muy pringados. La Audiencia Nacional ha condenado a Macià Alavedra y Lluís Prenafeta a un año y once meses de cárcel por su pacto con la Fiscalía Anticorrupción y una multa de 3,2 millones de euros al primero y 5,8 a Prenafeta. Dos hombres fuertes en el gobierno de Jordi Pujol.

Para al considerado máximo responsable de la “trama”, Luigi, le han caído siete años y un mes de prisión y 14,1 millones de multa.

Para al también exsocialista Bartomeu Muñoz, exalcalde de Santa Coloma, el tribunal le ha impuesto cinco años y nueve meses de prisión y una multa de 3,4 millones de euros. Las penas pueden considerarse leves si se tiene en cuenta las peticiones del fiscal. Se esperaba la sentencia, pero curiosamente sale ahora, después de la Gürtel y de la llegada al gobierno de Pedro Sánchez. Pero como dicen algunos, la justicia no está sujeta a los poderes políticos.

Para terminar la jornada, se anuncia que los presos políticos independentistas dormirán esta semana en cárceles catalanas. Eso se va a producir días antes de la esperada reunión del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat de Catalunya, Quim Torra, quizás como gesto de buena voluntad para allanar el camino del encuentro. Camino que está lleno de baches, piedras,  zarzas y que puede terminar como el rosario de la Aurora. Pero es una autentica casualidad. La justicia es independiente, y el gobierno acata sin rechistar sus decisiones y aquí todos representan el papel que les toca.

“No existe la casualidad, porque la casualidad es la providencia de los imbéciles, y la justicia quiere que los imbéciles no tengan providencia”, decía León Boy.

Si la semana ha empezado con todas estas casualidades, ¿como  va a terminar? Quizás, como diría un escéptico, con una ola de calor o una tormenta de verano. Eso es posible, y ahí no hay casualidad que valga. Lo único que aún no se controla- de momento- son los efectos de la naturaleza que no tiene ataduras, ni compromisos y las leyes las marca ella directamente, sin intermediarios.

Artículo original publicado en catalunyapress.es.