Som El Prat se queja de la exposición que provoca la obra a materiales nocivos como el amianto o el asbesto, y protestan ante la pasividad del Ayuntamiento.
La agrupación explica que el consistorio ha aplicado a la multinacional el impuesto de construcciones e instalaciones como si fuera un almacén de tipo medio, lo que supone un ahorro de casi 13 millones.