Toni Comín el rápido, hace ya algún tiempo que cambio de producto: ha pasado de ERC a JuntsxCatalunya, el partido de Carles Puigdemont, donde hasta hace poco tiempo le ha estado ejerciendo de mayordomo moderno.
Esta situación puede catalogarse como los cien metros lisos de los independentistas. Sus contrincantes: la justicia, el gobierno, los partidos de la oposición y el sentido común que tanto está faltando en este grave e irresponsable desafío.
Los personalismos, que en el fondo ocultan un interés para asegurase privilegios, sueldos, y notoriedad, no dejan avanzar las negociaciones.
La imagen de Puigdemont tomando unas cervezas en Bruselas con un grupo de personas, lo insensato de su postura, su actitud personalista que está por encima de la ciudadanía, y esa Catalunya que él dice defender, no gusta nada a los republicanos